Por Sylvia B. Zárate CALI, Colombia 5 nov (Xinhua) — Durante la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre Diversidad Biológica, realizada en la ciudad colombiana de Cali recientemente, se consolidó la Red BioAmazonia, una colaboración estratégica entre centros científicos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, comprometidos con la preservación de la biodiversidad en la cuenca amazónica. Marina Mantilla, presidenta de la red y directora del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI de Colombia, subrayó en entrevista con Xinhua la importancia de esta iniciativa. Según la experta, la biodiversidad no conoce fronteras, por lo que es esencial que la comunidad científica de esta región, la más biodiversa del mundo, una esfuerzos para proteger su riqueza natural a través de un sistema de conocimiento compartido. «Necesitamos unir muchas de nuestras voces para mantener el estado del bioma amazónico en buenas condiciones y nosotros tenemos capacidades, tenemos investigadores, tenemos infraestructura, tenemos proyectos», explicó. Expresó que la Amazonia, como último gran bosque verde continuo en el planeta, requiere acciones urgentes en al menos cuatro áreas clave: bioeconomía, participación de comunidades indígenas, gestión de la biodiversidad y mitigación de los riesgos que enfrenta hoy este frágil ecosistema. Mantilla destacó que la COP16, bautizada como «La COP de la gente», resultó un evento fundamental para acercar el concepto de biodiversidad al público y crear conciencia sobre la urgencia de su conservación. «No entender la biodiversidad también nos ha llevado a tener una crisis en términos de pérdida de biodiversidad», opinó. Asimismo, consideró que las mujeres de la Amazonia tienen un papel crucial en este momento de la historia para proteger la biodiversidad del planeta, siendo ellas quienes entienden mejor sus territorios, recursos y las necesidades de las comunidades. «Son las guardianas de la seguridad alimentaria, la salud y el conocimiento ancestral, todos aspectos vinculados directamente con la biodiversidad. Ellas son las gestoras y las cuidadoras de la seguridad alimentaria, de la salud, y todo eso está asociado a la biodiversidad, de manera que lo que necesitamos es que sean una garantía de protección de conocimientos ancestrales y de recursos genéticos», expresó la directora del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI. En tanto, Henrique Pereira, vicepresidente de la red y director del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA, en portugués) de Brasil, también resaltó la necesidad de proteger especies emblemáticas, como la nuez de Brasil (Bertholletia excelsa) y el manatí amazónico (Trichechus inunguis), los cuales no solo son importantes para las comunidades locales, sino que juegan un papel crucial en el equilibrio del ecosistema. «El castaño es un recurso valioso para las comunidades locales, pero la deforestación y la explotación insostenible han reducido sus poblaciones. El manatí es un mamífero acuático herbívoro y se alimenta principalmente de pastos acuáticos, desempeñando un papel crucial en el ecosistema al ayudar a mantener la salud de los hábitats acuáticos», explicó el experto a Xinhua. Pereira enfatizó que, a pesar de los esfuerzos nacionales de protección en Brasil, se requiere una colaboración regional para alcanzar un mayor impacto en la conservación de los ecosistemas amazónicos. «Con la Red BioAmazonia, por primera vez en la historia, tenemos la oportunidad de promover la integración de los institutos científicos de los países amazónicos en torno a una agenda común y estratégica. Con esto lograremos una visión territorial que abarque todo el bioma hasta ahora explorado por los estudios que estaban limitados por fronteras geopolíticas», dijo. Agregó que «durante la COP16 logramos presentarnos ante la comunidad global como una nueva estrategia científica para la conservación de la biodiversidad amazónica con gran potencial». El director del INPA también destacó la importante tarea de los investigadores de realizar estudios científicos básicos que contribuyan desde otra mirada a la protección de la biodiversidad mundial. «Desde describir especies, determinar su distribución y patrones de ocurrencia hasta estudios más aplicados sobre medidas de protección y conservación y estudios sobre usos sostenibles, incluidas prácticas de gestión sostenible y explotación económica de poblaciones», sostuvo. Pereira resaltó además el potencial de cooperación con países como China, con el que Brasil mantiene alianzas científicas desde 2017 en áreas estratégicas como la bioeconomía y las ciencias ambientales a través de la Academia de Ciencias de China (CAS, por siglas en inglés), la Academia Brasileña de Ciencias (ABC) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI). «Brasil y China, como países megadiversos, tienen un gran potencial de cooperación en proyectos de conservación de la biodiversidad y uso sostenible de los recursos naturales, especialmente en agricultura y gestión forestal. Como grandes economías emergentes, podemos liderar una agenda global de desarrollo sostenible», expresó. Para el experto, la cooperación entre ambos países puede reforzar la cooperación Sur-Sur en áreas como el cambio climático, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y el uso eficiente de los recursos naturales, promoviendo soluciones innovadoras y compartiendo experiencias y tecnologías que impacten en la protección de la biodiversidad del planeta. La Red BioAmazonia, respaldada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), incluye a destacados centros de investigación como la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia), el Museu Paraense Emilio Goeldi (Brasil), el Instituto Humboldt (Colombia), el Instituto Nacional de Biodiversidad (Ecuador) y el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (Perú). Fin