Por Cristóbal Chávez Bravo SANTIAGO, 28 nov (Xinhua) — La región de Coquimbo, un territorio conocido por su fertilidad en el norte chileno, vive un estado de desertificación debido al cambio climático y el actuar humano, que han afectado «severamente» a la agricultura de este territorio y pone en peligro su habitabilidad. «¡El desierto llegó a la región!», alertó el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Antonio Walker, sobre el nuevo escenario de Coquimbo, durante el Encuentro Nacional del Agro 2024 celebrado el mes pasado. Coquimbo es un territorio de eclécticos valles que permiten la producción de decenas de alimentos, como las papayas o uvas, estas últimas utilizadas para producir pisco, un destilado que se ha transformado en uno de los símbolos de la gastronomía de la nación austral. La subsecretaria de Agricultura de Chile, Ignacia Fernández Gatica, afirmó a Xinhua que las cuencas en la región de Coquimbo enfrentan una prolongada «mega sequía» de más de 14 años de reducciones sostenidas en las precipitaciones y aumentos de temperatura. «El cambio climático y la sequía han afectado severamente a la agricultura en la región de Coquimbo. La reducción de caudales y la disponibilidad limitada de agua han llevado a una disminución de la superficie cultivable, afectando especialmente a cultivos que requieren riego constante, como los frutales y la producción de uva de exportación», detalló la funcionaria. Fernández puntualizó que los impactos incluyen la disminución de la productividad agrícola y, en algunos casos, el abandono de terrenos agrícolas por falta de agua. «Esto ha afectado la economía local, que depende en gran parte de la agricultura, como es el caso de la comuna de Monte Patria, aguas arriba del embalse Paloma, provincia del Limarí», indicó. A su vez, el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, Iván Marambio, comentó a Xinhua que la sequía es un tema que les «preocupa» como industria. «El sector de la fruta, en términos de uso de agua, es muy eficiente. Por ejemplo, casi el 90 por ciento del riego está altamente tecnificado», dijo. Para el académico e investigador Departamento de Agronomía Universidad de La Serena, Héctor Reyes, en la región de Coquimbo se debe hablar de desertificación, porque implica la aridez, la degradación del suelo por acción humana y el cambio climático. Reyes destacó que, aunque este año no tienen déficit de precipitaciones gracias a las copiosas lluvias que ha recibido Chile, en estos momentos el déficit de agua almacenada en todos los embalses es en promedio de un 83 por ciento. «La escasez hídrica actual es mayoritariamente el resultado del cambio climático. Sin embargo, debemos tener presente que la escasez hídrica es el resultado de un desbalance entre la oferta hídrica y la demanda de agua, por lo tanto, siempre será dependiente de la actividad humana, asociada a los procesos de acceso y distribución de los recursos hídricos, y de la acción del clima», abundó el experto. Reyes advirtió que cuando un ambiente se torna inhóspito para la vida (biológico, social o económico), se produce abandono. «El ser humano busca siempre condiciones que le permitan cierta seguridad. Por ende, una expansión de la frontera del desierto implicará, tarde o temprano, la migración», dijo. Según los datos del Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales de la Universidad de La Serena, pasaron de unas 52.900 hectáreas cultivadas en la temporada 2016-17, a 41.900 hectáreas en 2023-24, un 21 por ciento menos. Por su parte, el especialista en el análisis de la variabilidad climática Oliver Meseguer Ruiz agregó que la región de Coquimbo se considera normalmente como el semiárido porque está en el límite sur del desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo. El profesor de la Universidad de Tarapacá dijo que déficit hídrico se asocia al avance del desierto en este territorio, condiciones que podrían afectar la habitabilidad en Coquimbo. «Hoy en día se asiste a un fenómeno global de lo que se conocen como migraciones climáticas», dijo Meseguer Ruiz.