BUENOS AIRES, 13 ago (Xinhua) — El compromiso ecológico de China es un ejemplo para la toma de conciencia global sobre la importancia del medioambiente en términos del desarrollo y el bienestar de los pueblos, destacó el académico argentino Sebastián Schulz. «China ha experimentado un crecimiento sustancial de su economía durante los últimos años y ha profundizado su relación multidimensional con la mayor parte del mundo. En este marco, China puso a la ecología como un eje central del desarrollo y las relaciones internacionales, manifestando la necesidad de impulsar el desarrollo económico en profundo diálogo con el ambiente, como eje central para la construcción de una civilización ecológica», dijo el experto. Schulz valoró que China haya designado el 15 de agosto como su Día Nacional de la Ecología con el fin de mejorar la conciencia pública y las acciones para proteger el medioambiente. «El establecimiento de un Día Nacional de la Ecología posibilita la toma de conciencia global sobre la necesidad de impulsar acciones que promuevan el respeto por el ambiente, la diversidad ecológica y la transición energética», afirmó el investigador miembro del Centro de Estudios Chinos de la Universidad Nacional de La Plata, en una entrevista reciente con Xinhua. A sus ojos, «la visión china sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza entiende que los seres humanos y la naturaleza deben convivir en armonía y que la biodiversidad constituye la base de la subsistencia y el desarrollo de los seres humanos». En este sentido, continuó, «China propone una idea innovadora. Y es que la Tierra es nuestra casa común y que, por ello, la conservación de la biodiversidad contribuye a su protección y al fomento del desarrollo sostenible de la humanidad». Para el entrevistado, «la necesidad de construir una civilización ecológica es fundamental para abordar las contradicciones acarreadas por la civilización industrial, mantener las actividades humanas dentro de los límites de la capacidad de aguante del ambiente ecológico y materializar la protección integral y gobernanza sistemática de montañas, ríos, bosques, tierras de labranza, lagos, prados y desiertos». China introdujo el concepto de «civilización ecológica» en su Constitución enmendada en 2018. De acuerdo con Schulz, «esta idea disputa con la noción predominante en gran parte de Occidente, según la cual la acumulación sin fin de capital y de ganancia debe ser el espíritu que rija el desarrollo económico, a expensas de la explotación indiscriminada de la naturaleza». El analista comentó también los logros de China en la construcción de la civilización ecológica, en particular, la relación que hay entre la protección ecológica y el desarrollo económico. «Beijing ha insistido ante la comunidad internacional en que la prioridad en el desarrollo económico debe seguir siendo la equidad y la justicia social. Y que la política ecológica debe centrarse en el bienestar del pueblo», afirmó. Sobre los beneficios que trae la construcción de la civilización ecológica para el sustento y el bienestar de las personas y la participación activa de China en la gobernanza ecológica global, Schulz apuntó que «desde hace varios años, China ha impulsado la promoción de un ecosistema que dé prioridad a la naturaleza y al desarrollo ecológico, buscando la armonía entre la humanidad y la naturaleza para lograr el desarrollo global sostenible y el desarrollo humano integral». «Estas ideas fueron puestas en relación a la propuesta de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad, en la cual el ambiente es una de sus cinco dimensiones clave», agregó. El académico argentino consideró que «de este modo, China muestra que la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales debe contemplar expresamente la construcción de una civilización ecológica». «Como resultado de su visión sobre la civilización ecológica, China ha entendido que es fundamental defender el sistema de gobernanza internacional equitativo y razonable, practicar el verdadero multilateralismo, acatar e implementar efectivamente las reglas internacionales, sin la adopción selectiva de las mismas según la conveniencia», concluyó el entrevistado. Fin