BRASILIA, 13 ago (Xinhua) — Brasil registró una disminución del 7,6 por ciento en las muertes violentas durante 2023 en comparación con el año anterior, con 15.101 muertes violentas intencionales de niños y adolescentes en los últimos tres años, según un informe publicado hoy martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP). En 2021, se reportaron 4.803 víctimas de entre 0 y 19 años; en 2022, ese número ascendió a 5.354, representando un incremento del 11,2 por ciento; sin embargo, en 2023, las muertes descendieron a 4.944, lo que equivale a un promedio diario de 13,5 fallecimientos. El estudio también resaltó la prevalencia de la violencia entre adolescentes de 15 a 19 años, quienes representaron el 91,6 por ciento de las víctimas durante el periodo analizado. De igual forma, subrayó que la mayoría de las víctimas son varones negros, con una tasa de mortalidad significativamente más alta que la de sus pares blancos. En 2023, la tasa de mortalidad entre los menores negros de 0 a 19 años era de 18,2 por cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa entre los menores blancos fue de 4,1 por cada 100.000 habitantes. Durante la presentación del informe, la directora de Unicef en Sao Paulo, Adriana Alvarenga, enfatizó la necesidad de abordar el racismo estructural y los estereotipos de género para continuar reduciendo las tasas de homicidios en el país. «Vemos que los niños son las mayores víctimas de la violencia letal, los niños negros; en los casos de violencia sexual, las niñas son las mayores víctimas. Tenemos que trabajar de forma permanente y más incisiva para hacer frente al racismo y a la violencia de género», subrayó. El año pasado, los estados brasileños con las tasas más altas de muertes violentas de niños y adolescentes fueron Amapá, Bahía y Espírito Santo, mientras que Sao Paulo, Santa Catarina y el Distrito Federal presentaron las tasas más bajas. Fin