SANTIAGO, 23 ago (Xinhua) — Estudiantes universitarios de Chile y China se reunieron esta semana en el país austral en una competencia de innovadores proyectos para combatir la pobreza en sus múltiples dimensiones, como parte de un programa de intercambio organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la china Universidad de Tsinghua. La propuesta ganadora consistió en una aplicación para «aliviar la pobreza ecológica para un crecimiento sostenible» en las bahías de Quintero y Puchuncaví, ubicadas en la región chilena de Valparaíso (centro), denominadas «zonas de sacrificio» por el alto nivel de contaminación ambiental que afecta a estas comunas costeras. El diseño de «EcoVidaQuintero App» estuvo a cargo de los alumnos Francisco Molina, Diego Urcelay, Melani Miranda y Diana Alcota, estudiantes de diversas universidades de la nación austral, quienes se conocieron a través de esta iniciativa. «Somos un grupo que nos conocimos y hemos trabajado durante tres meses en este proyecto, que tiene como propósito superar la pobreza ecológica de la zona de sacrificio de Quintero y Puchuncaví», explicó a Xinhua. Como parte de su investigación, el grupo decidió viajar alrededor de 100 kilómetros desde la capital, Santiago, para visitar las localidades impactadas por la instalación hace décadas de faenas industriales, que transformaron al territorio en uno de los más contaminados de la nación andina, y entrevistar a un centenar de habitantes. «Puchuncaví fue un lugar agrícola y por la contaminación eso se ha perdido. Pensamos que con la experiencia de granjas hidropónicas en China se puede retomar esa tradición. En la aplicación pueden encontrar capacitaciones y conectarse con actores para desarrollar un ecosistema de cultivo», señalaron durante su presentación en la ronda final del concurso. El premio para el primer lugar del certamen, que se extendió por meses con la preparación de las exposiciones grupales y una intensa última semana al estilo «hackathon», es una invitación a realizar una pasantía de corta duración en la Universidad de Tsinghua, en Beijing, con el objetivo de aprender más sobre la experiencia china en la erradicación de la pobreza. «Creemos que China ha tenido en los últimos años grandes avances en la superación de la pobreza y nosotros, como una región en desarrollo, tenemos mucho que aprender de países como China. Estamos muy felices, vamos a ir a Beijing en los próximos meses y esperamos tener la mejor experiencia», indicó Molina. Tras enterarse del triunfo, Urcelay destacó la «experiencia intercultural» que vivió junto a sus pares chinos durante todo el proceso de aprendizaje y preparación del proyecto, para el cual asistieron a charlas de contexto sobre la pobreza en Chile y China, además de mentorías especializadas con actores de ambos países, dedicados al trabajo para la superación de la pobreza y conocedores de la temática. «El proyecto fue dándonos cuenta que tenemos desafíos comunes y que somos más similares de lo que parecemos. Nos dimos cuenta que teníamos mucho que aprender sobre cómo su visión (de China sobre el alivio de la pobreza) podría aplicarse y adaptarse a Chile», añadió Urcelay. Otro de los aspectos valorados por la alumna Miranda fue la amistad que surgió con jóvenes de polos opuestos del planeta. «Me hice amiga de todas las chicas, conocimos gente genial, tuvimos conversaciones superprofundas (…) Creo que hicimos amistades que durarán toda la vida», sostuvo. En tanto, el galardón de plata fue otorgado a un grupo de estudiantes de China que elaboraron un plan para empoderar a los pescadores artesanales chilenos, afectados por la falta de acceso a financiamiento. Su objetivo fue alcanzar «la inclusión y diversificación financiera para desbloquear un futuro sustentable, con acceso a dinero para las pequeñas pesqueras». La directora de Formación Global de la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Maribel Florez, afirmó que el objetivo de esta primera versión de la iniciativa «Desafío de juventud China – LAC para aliviar pobreza 2024» es «desarrollar competencias globales en nuestras universidades». «Los estudiantes tenían que pensar en problemas importantes que nuestra sociedad enfrenta, relacionados a la pobreza multidimensional. La idea era describir el problema, contarnos por qué es tan relevante en el mundo y dar alguna solución», explicó Florez, quien destacó los espacios de retroalimentación que tuvieron los estudiantes de ambos hemisferios. Por su lado, la directora del Centro Latinoamericano de la Universidad Tsinghua, Chen Taotao, finalizó la instancia con un mensaje a la comunidad estudiantil. «Para aliviar la pobreza, los esfuerzos conjuntos son ampliamente conscientes y necesarios (…) Este programa tiene el valor de contribuir al desarrollo de la competencia global de nuestros estudiantes. Este no es el final de nuestra tarea, este es el punto de partida de su largo viaje hacia una vida prometedora, que también podría llevar la luz y la esperanza al mundo», concluyó. Fin