CARACAS, 27 ago (Xinhua) — Sectores del poder en Estados Unidos buscan imponer un «sesgo antichino», culpando a Beijing de la desaceleración económica global a través de sus medios internacionales, dijo a Xinhua el analista internacional venezolano Luis Delgado. El profesor de la Universidad de Carabobo citó un artículo de The New York Times, publicado el 19 de agosto, titulado «La resaca china está aquí», en el que se culpa a China de ralentizar el crecimiento económico mundial. Para Delgado, este sesgo «es muy propio de la política exterior estadounidense de los últimos años». «El artículo invierte la lógica. No es la desaceleración de la economía china lo que provoca el freno económico global. Es el deterioro global lo que ha afectado el ritmo de crecimiento de China», subrayó el investigador en economías emergentes. En este contexto, destacó que el crecimiento económico chino «sigue siendo significativo y más robusto que el registrado en Occidente». «Desde la crisis financiera de 2008-2009, la economía mundial ha enfrentado diversos problemas encadenados. Entre ellos, la caída de los precios de los ‘commodities’ debido a la desaceleración del crecimiento industrial en Occidente, lo que contrajo la demanda externa de los países exportadores de materias primas», explicó el conferencista venezolano. Según Delgado, una de las causas notables de la desaceleración global es el proteccionismo promovido por EE. UU. y Occidente para evitar la libre competencia con China, lo que ha obstaculizado el desarrollo del comercio global. «Otro problema es el uso del dólar como arma geopolítica, junto con las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos, que han afectado la economía de varios países, incluyendo China», añadió. Para el experto venezolano, «China es el principal motor económico que ha evitado que la economía mundial se hunda más profundamente en los últimos 15 años. Ha mantenido la economía global a flote, enfrentando ataques que buscan frenar su desarrollo». Además, enfatizó que la nación asiática «lidera la transición energética, acelerando la descarbonización económica con tecnologías accesibles de energía solar y eólica para los países en desarrollo». Por otro lado, Delgado abordó la influencia de las políticas estadounidenses en América Latina y el Caribe, señalando que las medidas antiinflacionarias implementadas por Washington tienden a transferir la inflación a las economías de la región, deteriorando su desempeño económico y afectando el consumo. Subrayó que estas situaciones se producen «porque el dólar continúa siendo la moneda predominante en el comercio internacional y el mercado estadounidense sigue siendo el principal destino de las exportaciones de numerosos países de la región». En contraste, destacó que China ya es el principal socio comercial de la mayoría de los países de América Latina, una región antes considerada de influencia exclusiva de EE. UU. «China también es el principal proveedor de inversiones extranjeras directas y financiamiento internacional público en la región. Las principales infraestructuras en Sudamérica, como puertos, aeropuertos, líneas férreas, metros, parques fotovoltaicos y eólicos, se construyen con apoyo financiero, técnico y tecnológico chino», afirmó Luis Delgado. El académico venezolano subrayó que, en el caso de Venezuela, «además de estos problemas generales, el país sufre un ataque sistemático a su economía desde 2014, que se intensificó en 2017 con medidas coercitivas unilaterales que han golpeado directamente su industria petrolera, las industrias básicas y el sistema financiero». También señaló que a Venezuela se le han bloqueado cuentas bancarias en el exterior, incluyendo la toma de control, por parte de Estados Unidos, de CITGO, el principal activo de la nación en el extranjero, ubicada en Houston, Texas. Contrario a esto, Delgado calificó como «fundamental y clave» la contribución de China para la recuperación económica que ha registrado Venezuela desde 2021 y recordó que, durante la pandemia de COVID-19, China fue el principal apoyo de Venezuela en la dotación de vacunas e insumos médicos, en un contexto de dura contracción económica y bloqueo comercial. «China ha sido el principal apoyo financiero del país durante los momentos más difíciles del cerco internacional en materia de financiamiento y crédito, sin condicionar este apoyo ni prescribir recetas, como lo hace tradicionalmente Occidente», aseguró. Por último, el experto afirmó que el país asiático, al ofrecer oportunidades de exportación de productos no petroleros a Venezuela, «contribuye a la diversificación de la economía nacional, creando condiciones para el desarrollo de sectores como la agricultura y la industria alimentaria». Fin