LIMA, 16 nov (Xinhua) — El presidente de China, Xi Jinping, se reunió el sábado con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al margen de la 31ª Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Lima, Perú. Xi dijo a Biden que, en los últimos cuatro años, las relaciones entre China y Estados Unidos han pasado por altibajos, pero ambas partes también han mantenido el diálogo y la cooperación, y añadió que la relación se ha mantenido en general estable. Bajo la dirección de ambos presidentes, los dos equipos han elaborado mediante consultas una serie de principios rectores para los lazos bilaterales, y los dos mandatarios han vuelto a encarrilar conjuntamente el diálogo y la cooperación entre los dos países, afirmó Xi. Se han reanudado o establecido más de 20 mecanismos de comunicación, y se han conseguido logros positivos en áreas como la diplomacia, la seguridad, la economía, el comercio, los asuntos fiscales, las finanzas, las fuerzas militares, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley, la agricultura, el cambio climático y el intercambio entre personas, declaró. Igualmente, subrayó que merece la pena repasar las experiencias de los últimos cuatro años e inspirarse en ellas. Enumeró las siguientes: Primero, es importante tener una percepción estratégica correcta. La trampa de Tucídides no es una inevitabilidad histórica. No debe librarse una nueva Guerra Fría y no puede ganarse. Contener a China es imprudente, inaceptable y está destinado al fracaso. Segundo, es importante que las palabras se correspondan con las acciones. Nadie puede hacerse a sí mismo sin credibilidad. China siempre ha cumplido sus palabras. Si la parte estadounidense siempre dice una cosa, pero hace otra, perjudicará su propia imagen y socavará la confianza entre China y Estados Unidos. Tercero, es importante tratarse mutuamente como iguales. Como dos grandes países, ni China ni Estados Unidos deberían tratar de remodelar al otro según su propia voluntad, reprimir al otro desde la llamada «posición de la fuerza» o privarlo del legítimo derecho al desarrollo para mantener su estatus de liderazgo. Cuarto, es importante no desafiar las líneas rojas y los principios primordiales. Las contradicciones y diferencias entre dos grandes países como China y Estados Unidos son inevitables, pero ninguna de las partes debe socavar los intereses fundamentales de la otra, ni mucho menos buscar el conflicto o la confrontación. El principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos entre China y Estados Unidos son la base política de sus relaciones y deben ser respetados. La cuestión de Taiwan, la democracia y los derechos humanos, el camino y el sistema de China, así como su derecho al desarrollo, son cuatro líneas rojas para China y no deben ser desafiadas. Son las barreras y redes de seguridad más importantes para las relaciones entre los dos países. Quinto, es importante intensificar el diálogo y la cooperación. En las circunstancias actuales, los intereses comunes entre China y Estados Unidos se están ampliando en lugar de reducirse. Su cooperación es crucial no solo para la economía, el comercio, la agricultura, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley y la salud pública, sino también para hacer frente a los desafíos globales del cambio climático y la inteligencia artificial (IA), así como para abordar cuestiones internacionales candentes. Las dos partes deben expandir la lista de cooperación y hacer que esta sea más grande para lograr un resultado beneficioso para todos. Sexto, es importante responder a las expectativas de los pueblos. Las relaciones entre China y Estados Unidos deben fomentar siempre el bienestar de los dos pueblos y acercarlos aún más. Para facilitar el intercambio de personal y el cultural, ambas partes necesitan construir puentes y caminos, eliminar distracciones y obstáculos, y abstenerse de realizar cualquier acción que tenga un efecto estremecedor. Séptimo, es importante dar un paso adelante para asumir las responsabilidades de los grandes países. China y Estados Unidos deben tener siempre presentes el futuro de la humanidad y sus responsabilidades en materia de paz mundial, proporcionar un bien público al mundo y actuar de forma que favorezca la unidad global, lo que incluye llevar a cabo interacciones constructivas, abstenerse del desgaste mutuo y no coaccionar a otros países para que tomen partido. Al señalar que la trayectoria de las relaciones China-Estados Unidos ha probado la validez de estas experiencias e inspiraciones de los últimos 45 años de lazos diplomáticos, Xi reiteró que cuando los dos países se tratan uno al otro como socios y buscan los puntos en común dejando a un lado las diferencias, sus relaciones experimentan un progreso considerable. Sin embargo, si se consideran como rivales y buscan una competencia despiadada, enturbiarán su relación e incluso la harán retroceder, alertó el presidente chino. Asimismo, al hacer constar que la humanidad enfrenta desafíos sin precedentes en este mundo turbulento que sufre conflictos frecuentes, indicó que la competencia entre grandes países no debe ser la lógica subyacente de los tiempos, pues solo la solidaridad y cooperación pueden ayudar a la humanidad a superar las dificultades actuales. Además, aseveró que ni el desacoplamiento ni las perturbaciones en las cadenas de suministro son la solución, ya que únicamente la cooperación mutuamente beneficiosa puede conducir al desarrollo común. Añadió que ningún país grande debe aplicar la noción de «patio pequeño con vallas altas», sino que solamente la apertura y el intercambio pueden hacer avanzar el bienestar de la humanidad. Una relación estable chino-estadounidense es crucial no solo para los intereses de los dos pueblos, sino también para el futuro y el destino de toda la humanidad, manifestó Xi y agregó que ambas partes deben seguir explorando el camino correcto para que los dos grandes países se lleven bien entre sí, lograr la coexistencia pacífica y duradera en este planeta e inyectar más certidumbre y energía positiva al mundo. De igual modo, enfatizó que el objetivo chino de una relación estable, sana y sostenible entre China y Estados Unidos sigue siendo invariable; su compromiso con el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas como principios para manejar esta relación se mantiene sin cambios; su posición de salvaguardar resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China es la misma; y su deseo de llevar adelante la amistad tradicional entre los pueblos chino y estadounidense permanece invariable. China está dispuesta a dialogar, aumentar la cooperación y gestionar las diferencias con Estados Unidos a fin de dar continuidad al impulso hacia la estabilidad, tan arduamente obtenido, de esta relación, sostuvo. Igualmente, expuso las posiciones de China sobre Taiwan, los lazos económicos y comerciales, la ciencia y la tecnología, la ciberseguridad, el Mar Meridional de China, la crisis de Ucrania y la península de Corea. Subrayó, además, que la paz y la estabilidad entre ambos lados del estrecho de Taiwan y las actividades separatistas en pos de la «independencia de Taiwan» son irreconciliables como el agua y el fuego. Si la parte estadounidense tiene interés en mantener la paz entre ambos lados del estrecho, es crucial que vea claramente la verdadera naturaleza de Lai Ching-te y las autoridades del Partido Progresista Democrático en procura de la «independencia de Taiwan», maneje la cuestión de Taiwan con prudencia adicional, se oponga inequívocamente a la «independencia de Taiwan» y apoye la reunificación pacífica de China, pidió Xi. El derecho del pueblo chino al desarrollo no debe ser cercenado o ignorado, puntualizó Xi y comentó que si bien todos los países necesitan salvaguardar su seguridad nacional, no deben sobredimensionar este concepto, ni mucho menos usarlo como pretexto para adoptar medidas maliciosas dirigidas a restringir y contener a otros países. No hay ninguna evidencia que respalde la afirmación irracional de los llamados «ciberataques desde China», reclamó el mandatario y enfatizó que China misma es blanco de ciberataques internacionales y rechaza y combate consistentemente todas las formas de tales ataques. China defiende firmemente su territorio, soberanía y derechos e intereses marítimos en el Mar Meridional de China, aseveró. El diálogo y la consulta entre los Estados interesados son siempre la mejor manera de gestionar las diferencias en dicho mar, y Estados Unidos no debe involucrarse en disputas bilaterales sobre las islas y los arrecifes relevantes de Nansha Qundao, ni debe ayudar o instigar a que se hagan provocaciones, advirtió. Xi destacó que la postura y las acciones de China respecto a la cuestión de Ucrania siempre han sido justas y honestas. China practica una diplomacia itinerante y una mediación para promover las conversaciones de paz, hace todo lo posible por lograrla y se esfuerza por desescalar el conflicto, insistió. China tampoco permite que se produzcan conflictos y agitación en la península coreana, declaró Xi y prometió que el país no se quedará con los brazos cruzados cuando su seguridad estratégica y sus intereses fundamentales se vean amenazados. Por su parte, Biden afirmó que la relación entre Estados Unidos y China es la relación bilateral más importante del mundo, no solo para los dos pueblos, sino también para el futuro del mundo. Y los dos Gobiernos tienen la responsabilidad ante los dos pueblos y el mundo de velar por que la competencia no se convierta en conflicto. Las dos partes trabajaron conjuntamente para reconstruir los canales de comunicación en los últimos cuatro años en que los dos equipos diplomáticos y de seguridad han mantenido a menudo comunicaciones estratégicas y diálogos francos y profundos, lo cual ha ayudado a ambas partes a entenderse mejor, mencionó. En particular, continuó Biden, desde la reunión de San Francisco hace un año, las dos partes han logrado avances tangibles en las relaciones entre los dos Ejércitos, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley, la inteligencia artificial (IA), el cambio climático y los intercambios pueblo a pueblo. Las dos partes se han apoyado mutuamente en su candidatura para albergar, respectivamente, las reuniones de APEC y el G20 en 2026, lo que, a ojos del presidente estadounidense, «demuestra lo que podemos hacer por los dos pueblos cuando trabajamos juntos». Estados Unidos no busca una nueva Guerra Fría ni cambiar el sistema de China, no intenta revitalizar sus alianzas contra China, no respalda la «independencia de Taiwan», no tiene intención de desatar un conflicto con China y no considera su política hacia Taiwan como una forma de competir con China, aseveró Biden, añadiendo que la parte estadounidense permanecerá comprometida con la política de una sola China. Estados Unidos está dispuesto a fomentar la comunicación y el diálogo con China durante el período de transición para tener una mejor percepción mutua y gestionar de manera responsable las diferencias, remarcó. Los dos presidentes reiteraron los entendimientos comunes de siete puntos sobre los principios rectores de las relaciones entre China y Estados Unidos: tratarse con respeto, encontrar una manera de vivir juntos en paz, mantener abiertas las líneas de comunicación, prevenir los conflictos, defender la Carta de las Naciones Unidas, cooperar en áreas de interés común y gestionar responsablemente los aspectos competitivos de las relaciones bilaterales. Ambas partes expresaron la disposición a defender estos principios, continuar estabilizando los lazos chino-estadounidenses y garantizar una transición fluida de la relación. Los dos jefes de Estado valoraron el importante papel de la comunicación estratégica China-Estados Unidos, el contacto regular entre sus equipos diplomáticos y de seguridad, así como de los mecanismos de diálogo respecto a las relaciones entre los dos Ejércitos, los vínculos económicos y comerciales y las cuestiones financieras. Acordaron mantener el ímpetu de la comunicación y fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas. Los dos presidentes también revisaron los importantes avances en el diálogo y la cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico, el cambio climático, la IA y los intercambios entre pueblos desde su reunión en San Francisco. Para los dos mandatarios, China y Estados Unidos han mantenido un diálogo franco y constructivo en ámbito la IA, copatrocinando resoluciones de la otra en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la IA. Los dos presidentes hicieron énfasis en la relevancia de mejorar la cooperación internacional y promover la IA para el bien y para todos, y destacaron la necesidad de mantener el control humano sobre la decisión de utilizar armas nucleares. Los dos jefes de Estado coincidieron en que su reunión fue franca, profunda y constructiva, y manifestaron su voluntad de seguir en contacto. Fin