GUANGZHOU, 27 dic (Xinhua) — Una compañía china de equipos para nuevas energías anunció el encendido exitoso de la primera turbina de gas de hidrógeno puro de 30 MW del mundo, que ofrece una solución clave para el almacenamiento y la utilización de energías renovables. La turbina Júpiter I es el mayor generador de hidrógeno puro de una sola unidad de potencia del mundo que posee la capacidad de transformar este elemento de los depósitos de almacenamiento en electricidad durante períodos de máxima demanda, según el Grupo Mingyang. Uno de los retos de las energías renovables es el desperdicio considerable que se produce en las horas valle. Convertir el exceso de electricidad en hidrógeno para almacenarlo y volver a convertirlo en electricidad en las horas punta es una solución viable. «El uso del hidrógeno para la generación eléctrica permite un proceso sin emisiones de carbono, conocido como electricidad-hidrógeno-electricidad», explicó Wang Yongzhi, gerente general de Mingyang Hydrogen Gas Turbine Technology. Sin embargo, la conversión lenta e ineficaz durante lapsos de máxima demanda también puede provocar una infrautilización, lo que pone de relieve la necesidad de las turbinas de gas de gran capacidad, señaló Wang. El equipo de ingeniería fabricó una tobera de cámara de combustión integrada mediante impresión 3D, para tratar así los principales problemas técnicos de la combustión de hidrógeno, como son el retroceso de llama, la oscilación y las elevadas emisiones de oxinitruro. «La máquina puede usar más de 30.000 metros cúbicos de hidrógeno en una hora, cifra que, calculada anualmente, equivale a una generación de 500 millones de kWh de electricidad almacenada en hidrógeno», sostuvo Wang. Igualmente, aseguró que Júpiter I ofrece la posibilidad de resolver el desafío del desperdicio eléctrico en los proyectos de energía eólica y solar de un millón de kW, superando las limitaciones del almacenamiento y el transporte de hidrógeno. Esta clase de turbinas son fundamentales para resolver el problema del abandono de electricidad procedente de proyectos de energías limpias en los desiertos, el Gobi y las tierras yermas del oeste de China, facilitando así el almacenamiento de energía a gran escala y a largo plazo. «El nuevo invento podría desempeñar un papel importante en el sistema de energías renovables de China y contar con amplias perspectivas mundiales de mercado, especialmente en las regiones ricas en recursos energéticos limpios», opinó Wang. Las instalaciones de dichas energías en China representan más del 50 por ciento de la capacidad total de generación eléctrica del país, el cual se ha comprometido a alcanzar el pico de sus emisiones de dióxido de carbono para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060. Fin