JIUQUAN, 29 oct (Xinhua) — China sigue adelante con su misión de llevar astronautas a la Luna para 2030 y avanza rápidamente en las tareas de desarrollo y construcción para convertir este objetivo en realidad, anunció hoy martes la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China en una conferencia de prensa. La producción y las pruebas en tierra de los prototipos del cohete portador Gran Marcha-10, la nave espacial tripulada Mengzhou, el módulo de aterrizaje lunar Lanyue, los trajes espaciales y el róver o astromóvil tripulado continúan en marcha según lo planeado, informó el portavoz de la entidad, Lin Xiqiang. Se han completado una serie de pruebas de importancia, entre ellas la prueba integrada de lanzamiento aéreo para la astronave, la de separación de las dos secciones del módulo de aterrizaje, la de encendido del sistema de potencia de tres motores de la primera etapa del cohete, y la simulación a gran altitud para el motor de hidrógeno y oxígeno. Asimismo, Lin señaló que el plan general de los ensayos de vuelo previos al lanzamiento y los objetivos de investigación científica, así como las cargas útiles para la primera misión tripulada al satélite natural terrestre, están básicamente finalizados. Se están desarrollando y construyendo los sistemas terrestres, como son los sitios de lanzamiento y aterrizaje, al igual que las comunicaciones de telemetría y control, agregó. Igualmente, mencionó que la Academia de Tecnología de Vuelos Espaciales de Shanghai y la Academia de Tecnología Espacial de China han ganado conjuntamente el contrato para el desarrollo del prototipo del róver lunar, tras una convocatoria de propuestas. El equipo de desarrollo de este vehículo se seleccionará finalmente entre estas dos academias, basándose en una comparación de los resultados obtenidos por sus respectivos prototipos, puntualizó el vocero y añadió que el próximo año también lanzarán una convocatoria para reunir sugerencias sobre el nombre que se le asignará. China ya inició la fase de alunizaje de su programa de exploración lunar tripulada, con la meta de lograr un aterrizaje en la Luna en 2030. El plan consiste en lanzar dos cohetes portadores para poner en la órbita lunar una nave espacial y un módulo de aterrizaje, respectivamente. La nave y el módulo se reunirán y acoplarán entre sí, tras lo cual los astronautas entrarán en este último. Un grupo de diez astronautas participará en un régimen de entrenamiento destinado a este tipo de misiones, detalló Lin. Se prevé que todos adquieran habilidades para maniobrar naves espaciales y operar vehículos lunares, y serán entrenados de manera que logren dominar técnicas de identificación de cuerpos celestes y realizar estudios geológicos. Durante su formación también estarán expuestos a las condiciones únicas del espacio, como la ingravidez en órbita, y a los retos de moverse sobre la superficie de la Luna en medio de la gravedad allí existente. El mes pasado, la agencia desveló por primera vez el diseño exterior de un traje espacial de alunizaje, fabricado con materiales protectores que pueden proteger eficazmente a los astronautas del ambiente térmico y del polvo lunar. Fin