NAIROBI, 18 dic (Xinhua) — En el Hospital General Lancet de Adís Abeba (Etiopía), una enfermera administra con pericia un goteo de suero salino a un paciente, que se muestra visiblemente aliviado cuando el tratamiento surte efecto. Este tipo de escenas son bastante frecuentes en el hospital, donde el personal sanitario dedicado se esfuerza por ofrecer una atención de calidad en condiciones difíciles. Como muchos otros países de África Oriental, Etiopía sufre desde hace tiempo una importante escasez de medicamentos esenciales, incluidas las infusiones de gran volumen, debido principalmente a la falta de fabricación farmacéutica nacional. Para África en general, la falta de suministros médicos hace al continente especialmente vulnerable a epidemias como la malaria, el cólera y la viruela. En los últimos años, sin embargo, un número creciente de empresas farmacéuticas chinas han establecido fábricas en todo el continente, impulsando la producción local de medicamentos y reforzando la autonomía sanitaria de los países africanos. FABRICADO EN ÁFRICA En 2018, la empresa china Sansheng Pharmaceutical estableció una fábrica en Etiopía. Con una producción anual promedio de aproximadamente 10 millones de bolsas intravenosas, 300 millones de viales de inyección y 5.000 millones de comprimidos sólidos, la fábrica redujo significativamente la dependencia de Etiopía de los medicamentos esenciales importados. Inaugurada en la Zona Industrial Oriental, a las afueras de Adís Abeba, la fábrica produce principalmente medicamentos esenciales en tabletas, cápsulas, infusiones de gran volumen, inyectables de pequeño volumen y formas de dosificación sólidas orales, declaró Jiang Zhiwen, directora general de Sansheng Ethiopia Pharmaceutical, en una entrevista con Xinhua. «Anteriormente, el país importaba un porcentaje significativo de parenterales de gran volumen, mientras que la demanda nacional actual está totalmente cubierta por los productores locales, mayormente por Sansheng», dijo Kassahun Alemu, director técnico de la empresa. «La empresa produce los medicamentos que los etíopes realmente necesitan», afirmó Jiang. «Antes, la mayoría de estos medicamentos tenían que importarse, pero ahora no hay necesidad de abastecerse en el extranjero. Esto no solo ahorra reservas de divisas para el país, sino que también ayuda gradualmente a Etiopía a desarrollar sus industrias básicas». Sansheng es una de las empresas farmacéuticas chinas que han invertido y establecido fábricas en África en los últimos años para localizar la fabricación de medicamentos y suministros médicos. En 2015, la empresa china Humanwell Africa Pharmaceutical estableció una fábrica en Bamako, capital de Mali, que se convirtió en la primera fábrica de medicamentos localizada en Mali, y una fábrica farmacéutica moderna en África Occidental con altos estándares. El expresidente maliense Ibrahim Boubacar Keita afirmó que el proyecto ayudará al país a producir medicamentos de forma independiente. «Humanwell pone fin a la historia de que Mali no puede fabricar medicamentos, y beneficiará a los malienses», dijo Keita en una ocasión. Durante la pandemia de COVID-19, la empresa biotecnológica china BGI Genomics estableció fábricas de reactivos de diagnóstico en varios países africanos, como Etiopía, Togo, Angola, Gabón y Botsuana. También estableció laboratorios en toda África para apoyar los esfuerzos de detección de la COVID-19. En octubre, la empresa china Jijia International Medical Technology firmó un memorando de entendimiento con la Corporación de Desarrollo Industrial de Zambia para la construcción de una fábrica de vacunas orales contra el cólera en el país. El acuerdo convertirá a Zambia en el primer país africano en fabricar vacunas contra el cólera, declaró el presidente zambiano, Hakainde Hichilema. «Esta asociación salvará vidas, impulsará la productividad y servirá a la humanidad», subrayó. AL SERVICIO DE ÁFRICA En la Cumbre 2024 del Foro de Cooperación China-África, China dio a conocer 10 planes de acción de asociación, uno de los cuales se centraba en la salud, donde el país asiático se comprometía a «animar a las empresas chinas a invertir en la producción de medicamentos y vacunas en África para aumentar la capacidad local de producción de medicamentos». Fosun Pharma, la empresa farmacéutica china que introdujo Artesun (un innovador tratamiento inyectable contra la malaria a base de artesunato) en África hace más de una década, ha iniciado la construcción de su primer parque industrial en el continente, cuya primera fase se completará en 2025. Se espera que el parque, situado cerca de Abiyán, la ciudad más grande de Cote d’Ivoire, produzca 5.000 millones de tabletas al año una vez concluidas las tres fases, lo que beneficiará a toda la región de África Occidental, declaró Su Li, vicepresidenta de Fosun Pharma. «Una vez completado, el Parque Industrial de Cote d’Ivoire traerá cerca de 1.000 oportunidades de empleo a la zona de Grand-Bassam, al este de Abiyán», afirmó. Además, las empresas farmacéuticas chinas, incluidas Fosun y Sansheng, han puesto en marcha programas de formación y han ofrecido becas y pasantías a trabajadores sanitarios y estudiantes de farmacia de países africanos, cultivando más talento local para la industria farmacéutica africana. En agosto, Africa Bio Chem, una empresa farmacéutica china, firmó un acuerdo con el Gobierno tanzano de Zanzíbar para producir medicamentos innovadores avanzados y establecer una base de producción de biovacunas. «Los chinos han traído muchos medicamentos, han formado a nuestra gente, han desarrollado la capacidad de nuestra gente, así que estamos muy agradecidos por ello, y esperamos continuar esta cooperación», declaró el presidente de Zanzíbar, Hussein Ali Mwinyi. «Tenemos que asegurarnos de que los africanos puedan empezar a fabricar sus vacunas y medicamentos gracias al apoyo que estamos recibiendo de China», declaró Jean Kaseya, director general de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), en una entrevista con Xinhua. Tras destacar la importancia de promover la fabricación local de productos médicos y establecer sistemas sanitarios sólidos en África, Kaseya subrayó que trabajar con China mejora la capacidad de los CDC de África en particular y de los países africanos en general para alcanzar sus objetivos prioritarios. «Mi visión de África es que los africanos tienen que tomar las riendas de su desarrollo. Necesitan apoyo técnico en temas específicos como el desarrollo de la fabricación local. La idea es fortalecer y reforzar las capacidades locales», declaró Jean-Marc Bouchez, presidente ejecutivo de Tridem Pharma, filial de Fosun Pharma. «Las empresas farmacéuticas chinas comparten esta visión de ‘producir en África, para África'», afirmó. Fin