BUENOS AIRES, 10 jul (Xinhua) — La continua apertura de China y su enfoque hacia un «alto nivel» constituyen señales positivas para el mundo al ofrecer la posibilidad de vigorizar el comercio y la cooperación a escala global, sostuvo el académico argentino Sebastián Schulz. En diálogo con Xinhua a pocos días de celebrarse el XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) en Beijing, Schulz, quien es especialista en estudios chinos, destacó la promoción que ha hecho el país asiático sobre una apertura que ha respetado estándares internacionales, modelos de desarrollo nacionales y que además aboga por un crecimiento conjunto y armónico entre los países. «Uno de los caracteres distintivos del proceso de apertura de China es que se realiza en primer lugar garantizando un respeto por los modelos de desarrollos nacionales existentes en los distintos países, y por el otro, es una apertura que apuesta a dinamizar el comercio internacional para aportar al crecimiento en conjunto de los distintos países del orden internacional», indicó el también integrante del Centro de Estudios Chinos del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata. Según el académico, el proceso de apertura de China es «fuertemente inclusivo». Schulz destacó que en los últimos años y a la par del fortalecimiento y la expansión de su economía, China ha avanzado en la adscripción y el respeto por las leyes y los estándares de comercio y de inversión a nivel internacional, logrando una óptima inserción, pero además defendiendo la voz de los países emergentes y en desarrollo en las vigentes instituciones y normas internacionales. «Se valora muy positivamente la decisión de China, por un lado, de adscribirse a estos estándares para potenciar todavía más la vinculación y la articulación de China con el resto del mundo, lo cual va a hacer crecer a la economía global y de cada uno de los países, pero también de discutir la necesidad de democratizar estas instancias y de darle más voz y que se guíen por principios como el respeto de los modelos de desarrollo nacionales o la no injerencia en los asuntos de los Estados», indicó. Respecto a las acciones concretas de apertura y los esquemas de cooperación vigentes de China, el académico valoró positivamente el establecimiento de 22 zonas piloto de libre comercio y la firma de acuerdos de libre comercio incluyendo el de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), considerado el acuerdo comercial más grande del mundo. «Actualmente, el orden internacional se debate entre aquellas posiciones que plantean el impulso de políticas de carácter proteccionista o aislacionista, y aquellos Estados que promueven la necesidad de impulsar una mayor articulación económica entre los distintos países, esto va de la mano con el impulso de instituciones y acuerdos de cooperación de todo tipo (…) China plantea que la única salida es mediante un aumento de la cooperación bilateral y multilateral entre los distintos países», agregó. Para el especialista en estudios chinos, «China viene avanzando en la construcción de una nueva globalización, de carácter inclusivo, que promueve espacios de potenciación de comercio, va de la mano con la cooperación Sur-Sur, la cooperación de beneficio mutuo, y esto se ve en distintas asociaciones que China ha firmado, como el acuerdo de Asociación Económica Integral Regional». El académico también destacó el impulso de otros mecanismos e iniciativas por parte del país asiático como la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa de la Franja y la Ruta y el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura que, a su juicio, han ayudado a muchos países no desarrollados a salir de crisis económicas e incluso a superar umbrales de pobreza, al plantear un modelo de desarrollo centrado en las personas. En relación a la cooperación comercial y a la Franja y la Ruta, Schulz valoró mecanismos como la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE) y los proyectos de interconectividad y desarrollo de infraestructuras en otros países. «China promueve una cooperación mediante la construcción de vías ferroviarias, puertos, carreteras, aeropuertos, entre otros, y también entiende el rol que cumple la infraestructura como dinamizadora del crecimiento económico global, ya sea mediante proyectos de generación de energía, tanto eólica como renovable, que han contribuido a mejorar el nivel de vida de muchas personas», expresó. Por último, remarcó que la nueva etapa de avances a nivel científico, tecnológico y de transformación industrial que implementa China brida al mundo mayores herramientas tanto para fortalecer la cooperación internacional, promover el comercio multilateral así como para avanzar en la solución de grandes desafíos de la humanidad como la desigualdad, el deterioro medioambiental, la pobreza, el desempleo, entre otros. «Creo que China ha impulsado y ha entendido que esta revolución de las tecnologías debe ser utilizada como una forma de promover un desarrollo conjunto, integral, colectivo, cooperativo, y respetuoso con el medio ambiente», enfatizó el académico. «Este desarrollo debe ser de carácter abierto y en sintonía con la idea de construir una economía mundial abierta, que permita a pueblos y naciones con mayores desafíos económicos poder desarrollar una industria propia, desarrollar mecanismos mediante los cuales puedan resolver problemas como, por ejemplo, de pobreza o de desempleo», continuó. Schulz concluyó que ante un orden internacional que evidencia un aumento del proteccionismo, unilateralismo e injerencismo, China marca una tendencia que apunta a mayor apertura mundial acompañada de un planteamiento de mayor cooperación, diálogo y compromiso de beneficio mutuo. Fin