PANAMÁ, 20 sep (Xinhua) — La presencia de Estados Unidos en Panamá usando tácticas de conspiración y manipulación ha sido una constante histórica e incluso cuenta hasta estos días con cierta vigencia, lo que enseña al pueblo panameño a buscar más cooperación global, de acuerdo con el experto en relaciones internacionales, Julio Yao. En entrevista con Xinhua, el exasesor en política exterior del general Omar Torrijos realizó un amplio repaso de la historia de intervencionismo que Estados Unidos ha tenido en el país centroamericano, desde inicios del siglo XX. Yao recordó que Panamá logró su independencia de España en 1821 y de Colombia en 1903, aunque para el experto este último evento constituyó «un engaño» de Estados Unidos. «A partir de ese momento, los Estados Unidos se apoderaron de la llamada Zona del Canal», expuso Yao, al remarcar que, desde esa época, ocurrieron muchas cosas negativas totalmente para Panamá. Una de esas cosas se refiere al intento de establecer en 1926 el tratado «Alfaro-Kellogg», el cual fue finalmente rechazado por considerar que el pacto legalizaba que los estadounidenses tuvieran tropas en el territorio panameño, entre otras cosas. «Ese tratado convertía a Panamá en una completa base militar norteamericana, o sea una plataforma militar para el resto de América Latina», rememoró el experto. Pese a ello, persistieron intervenciones unilaterales por parte de Estados Unidos en Panamá, y hubo presencia de representantes de Estados Unidos que favorecieron a latifundistas, en colusión con la «oligarquía» panameña, aseveró. Para Yao, el 9 de enero de 1964 representa una fecha «sumamente importante» en la historia panameña, actualmente conocida como «Día de los Mártires», cuando estudiantes intentaron izar una bandera del país centroamericano para reclamar la soberanía en la zona del Canal de Panamá, pero fueron repelidos por tropas norteamericanas, en un evento que extraoficialmente dejó varios muertos y heridos. En gran parte de la década de 1970, el Gobierno estadounidense estuvo presionando «permanentemente» a Panamá para que la nación cediera y le otorgara derechos de protección y defensa a perpetuidad, rememora Yao. El diplomático de carrera asesoró en ese entonces a Torrijos y al canciller Juan Antonio Tack para la elaboración de tratados, como la Declaración Tack-Kissinger de 1974, que imponía, entre otras cosas, una fecha de terminación fija a la ocupación estadounidense en la zona del Canal. «¿Por qué había que hacer énfasis en la fecha de terminación fija? Porque los norteamericanos siempre engañaban a Panamá con una fecha posterior y nunca se iban de Panamá», apuntó Yao. El 7 de septiembre de 1977 se firmaron los Tratados Torrijos-Carter, signados por Omar Torrijos, jefe de gobierno de Panamá, y Jimmy Carter, entonces presidente de Estados Unidos, cuyo punto principal establecía que el Canal de Panamá quedaría en manos panameñas el 31 de diciembre de 1999. Yao dijo que Estados Unidos tuvo una «obsesión» por la zona del Canal panameño desde el siglo XIX, en una situación que se tornó «explosiva» con el paso de los años por la alta simpatía que tenían algunos sectores de la población con Estados Unidos, pero no los habitantes realmente originarios. «El pueblo panameño es el que siempre protestaba contra el norteamericano, pero era el pueblo panameño, no eran los panameños que viven en la zona del Canal, eran los panameños que vivían en la República de Panamá», remarcó. Estados Unidos invadió Panamá nuevamente el 20 de diciembre de 1989, en lo que se conoce actualmente como un Día de Duelo Nacional, y cuando una incursión militar derivó en la captura del general Manuel Antonio Noriega, quien posteriormente fue condenado por narcotráfico y lavado de dinero. Para recordar bien y aprender del pasado, la juventud local y la población global en general debería mirar a mecanismos más «humanistas» como los BRICS, que representa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, al ser un movimiento multipolar, consideró. Este tipo de mecanismos han creado un contrapeso en varios aspectos, como por ejemplo en poner fin de alguna manera a la hegemonía del dólar ante el declive de la popularidad estadounidense. «O sea, los Estados Unidos están realmente en una situación muy ruinosa y militarmente también están muy mal, porque geopolíticamente están decadentes, están en falta de moralidad», dijo Yao. En este sentido, conceptos como el Sur Global son relevantes en la actualidad, toda vez que define a la generalidad de los pueblos, independientemente de que haya diferencias internas, religiosas, políticas, ya que lo importante es que los países salgan del subdesarrollo, de acuerdo con el experto. El actual analista internacional resaltó que el Sur Global es «un buen concepto» porque tiene como un denominador muchas situaciones semejantes en África, América Latina y hasta el Medio Oriente, con independencia de sus diferencias internas. «Eso no va a importar mucho, lo que importa mucho es que los pueblos quieren salir del subdesarrollo o de la falta de desarrollo, eso lo quiere todo el mundo», indicó el autor del libro «El Canal de Panamá, Calvario de un Pueblo», entre otros. En esta dirección, los países que integran al bloque de los BRICS han tomado «el camino correcto» en lo que respecta al desarrollo mundial, con acciones que van más allá de la resolución de asuntos locales o regionales, dijo. China y Rusia, resaltó, han pensado correctamente en unir esfuerzos para ofrecer al mundo una «fórmula de conducta internacional» con bases sólidas. «Yo creo firmemente en los BRICS y creo muy firmemente en el Sur Global», remarcó Yao, tras expresar su deseo de que Panamá en el futuro participe en el primer bloque. «Si usted mira la nueva política exterior de algunos países africanos van bien encaminados, ahora tienen alianzas militares entre países africanos, eso es un gran despertar para una región que ha estado muy empobrecida, muy dominada, muy interferida, muy manipulada, así que yo pienso que hay razón para sentirnos optimistas», concluyó. Fin