Por Cristóbal Chávez Bravo SANTIAGO, 9 nov (Xinhua) — China con un pabellón especial es el invitado de honor de la 43ª Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) que contará con una amplia delegación de autores y obras del país asiática, para unir puentes a través de la cultura entre ambos países. La FILSA se celebra entre el 8 y 17 de noviembre en el Centro Cultural Estación Mapocho, una centenaria estación ferroviaria en la zona céntrica de la capital chilena, que en la actualidad aloja eventos culturales. En la inauguración, realizada ayer viernes, Eduardo Castillo, el presidente de la Cámara Chilena del Libro, quienes organizan el evento, afirmó que están felices y orgullosos de esta larga trayectoria de 43 años. «Felices de abrir esta puerta y orgullosos de hacerlo de la mano del país invitado que hoy día tenemos que es la República Popular China (…) agradezco el esfuerzo, la dedicación que han prestado para poder llegar a este minuto, su maravilloso pabellón que tienen aquí en la feria, su línea extensa, diversa y amplia delegación que nos acompañará durante todos estos días y reafirmar que estamos muy contentos», señaló el representante cultural. Castillo afirmó que el propósito de invitar a China es que este «no sea un paréntesis, sino que sea el inicio de un camino que puede ser creciente tanto en el ámbito editorial como literario, cultural y general para fortalecer un mayor intercambio entre los dos países». Por su parte, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile, Karol Cariola, aseveró en su intervención que China y Chile «han tejido a lo largo de los años una amistad profunda y en múltiples facetas, que va más allá de los intercambios comerciales y políticos». «Nuestra relación ha florecido en el campo de la cultura, uniendo a nuestras sociedades en un diálogo que trasciende fronteras, los idiomas y también nuestras tradiciones», apuntó. La máxima autoridad de la Cámara Baja chilena profundizó que ambos países han construido juntos un espacio donde la literatura, el arte y la historia se transforman en puentes que acercan a «nuestros pueblos, que alimentan además el entendimiento mutuo que venimos desarrollando desde el año 70». «China con su vasta herencia literaria y su renovado entusiasmo por la lectura que hoy posiciona a sus ciudades y ciudadanos entre los más asiduos lectores del mundo, nos recuerda que los libros son una forma de entendernos, de conservar y transmitir los valores que nos define», dijo. Cariola subrayó que no hay ninguna duda de que, aunque Chile está muy lejos de China, a partir de estos intercambios culturales «nuestros países se encuentran más cerca». «La presencia de China en esta feria también simboliza la importancia de las alianzas culturales que complementan los ámbitos políticos y comerciales y nos enriquece con su visión del mundo», apuntó. A su vez, La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, dijo que este espacio no solo contribuye a la valoración del libro y la formación de nuevos públicos lectores, sino también a la circulación de autores, la empleabilidad y dinamización del sector, y al crecimiento económico del país. En la inauguración de la FILSA asistieron también los célebres escritores poetas y académicos chinos Mai Jia, Zhao Lihong, Liu Zhenyun, Sun Xintang y Kang Zhen, quienes compartieron con el público chileno. La ceremonia concluyó en el Pabellón Chino, con la actuación de música folclórica china de conjuntos de pipa y flauta, que ocupa una superficie de 500 metros cuadrados en el Centro Cultural Estación Mapocho, con una amplia y diversa muestra de libros de más de 40 expositores, editoriales y grupos de publicaciones de China, detalló la organización. El Pabellón Chino presenta decenas de editoriales del país astático, además de una exposición de pintura china titulada «Breve carta, larga amistad», que simboliza cómo el arte de la pintura, a través de pequeños pergaminos contiene la «vasta grandeza de los paisajes chinos». Fin