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ESPECIAL: Carmenere, la cepa de vinos redescubierta hace 30 años en Chile y su actual embajador

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Nov 27, 2024

Por Cristóbal Chávez Bravo SANTIAGO, 26 nov (Xinhua) «¡Esto no es merlot!», expresó hace 30 años el ampelógrafo francés, Jean-Michel Boursiquot, sobre una vid (planta) que vio en Chile y que luego identificaría como carmenere, una cepa de vinos que se creía perdida y que en la actualidad es uno de los embajadores del país en el mundo. En el corazón del Valle del Maipo, en el sur del área Metropolitana de Santiago (centro), uno de los mejores lugares para la plantación vitivinícola, el entonces joven enólogo Álvaro Espinoza encabezó la tarea de buscarle identidad a los vinos de la Viña Carmen, en los albores de los años 90 del siglo pasado. En medio del auge de las viñas chilenas por exportar nuevas variedades, Boursiquot estudió en 1994 las plantaciones de esta viña e identificó que unas vides que llamaban merlot eran más bien unas plantas desaparecidas en Europa. «Fue grande el impacto para los que estábamos ahí. En esa época el merlot era muy importante para las ventas de Chile», señaló Espinoza a Xinhua. Esta cepa original de la región de Burdeos, Francia, se pensó extinta tras ser infectada por la plaga filoxera a mediados del siglo XIX. Aunque la industria del vino en Chile se mostró en un inicio reticente a esta nueva cepa, porque podía afectar al merlot, finalmente se desarrolló y le trajo historia e identidad a la producción de vino del país sudamericano. «Teníamos una variedad que nos daba muy buenos vinos, que estábamos todos muy orgullosos de ella, que se había adaptado en estos 200 años de estar en Chile, a las condiciones de suelo y clima chileno», abundó Espinoza, actual dueño de la viña Antiyal, también en el valle del Maipo. El enólogo subrayó que esta es una cepa tardía y que debido al clima frío en Burdeos, solo maduraba en años muy cálidos. «En la condición chilena se adaptó por el clima mediterráneo más cálido y con suelos sin los problemas de la filoxera», dijo. En la actualidad es la cuarta variedad tinta más plantada en Chile con unas 10.200 hectáreas, según los últimos datos del Servicio Agrícola y Ganadero chileno, una cifra que representa el 96 por ciento de las plantaciones mundiales de carmenere. A su vez, el enólogo francés Arnaud Faupin, dueño en Chile de una viña que lleva su nombre, complementó que el carmenere desapareció casi por completo de Francia, hasta que se redescubrió en el país sudamericano porque estaba mezclado con merlot. «Eran extraños los merlot de Chile, porque si había mucho merlot hacía un vino muy vegetal, porque la parte del carmenere no estaba madura, entonces le daba un toque vegetal. Y cuando había más carmenere salía un vino muy sobremaduro porque el merlot ya se había pasado mucho la madurez», explicó a Xinhua. Faupin indicó que el carmenere chileno es un vino «mucho más suave, dulzón sin ser dulce y con mucho color», al remarcar que «Chile le ha puesto muchas ‘fichas’ al carmenere como cepa nacional». Por su parte, el enólogo jefe de la bodega Cachapoal y de los vinos Carmín de Peumo y Terrunyo Carmenere de la chilena Viña Concha y Toro, Marcio Ramírez, afirmó que este hallazgo «revolucionó la industria del vino en Chile». «Permitió que el país no solo reivindicara esta variedad perdida, sino que también se posicionara como el principal productor de carmenere en el mundo, desarrollando vinos de calidad excepcional que expresan el carácter único de esta cepa», profundizó. El enólogo de esta importante viña aseveró a Xinhua que desde su descubrimiento y hasta el año 2010, carmenere se adaptó «tan bien al territorio chileno» y «nacieron muchos carmenere, pero no necesariamente eran buenos exponentes de esta variedad», por lo que tuvieron que trabajar aún más esta cepa. «Carmenere se ha transformado en un embajador de Chile, pues es la variedad que nos identifica y la hemos tomado desde hace tanto tiempo en Chile, que es una cepa que nos gusta como chilenos, nos representa y también es la que más consumimos», subrayó. Ramírez señaló con orgullo que esta cepa es un embajador en el mundo porque «solo se encuentra en Chile en amplias extensiones de terreno y son los únicos productores de carmenere en un volumen relevante». Entre enero y octubre de este año, Chile ha exportado casi 15 millones de litros de carmenere, la quinta variedad chilena más enviada al mundo, según datos del Ministerio de Agricultura. Fin

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