SAO PAULO, 11 dic (Xinhua) — En 2026 se espera que China abra un nuevo ciclo de transformaciones y redefina las posibilidades de cooperación con otros países gracias a su economía enfocada en la innovación científica, la modernización industrial y el desarrollo de alta calidad, consideraron especialistas brasileños. En entrevista con Xinhua, el profesor Celio Hiratuka, director del Instituto de Economía de la Universidad de Campinas (Unicamp) del estado de Sao Paulo, señaló que el país asiático profundizará una tendencia ya consolidada. «La planificación económica debe enfocarse mucho en la innovación y en el desarrollo de la ciencia y la tecnología como elementos centrales de la estrategia de desarrollo china», afirmó. Según Hiratuka, esta orientación también involucra a Brasil, que tiene a China como su principal socio comercial desde 2009, situación que refuerza la necesidad del país sudamericano de «mantenerse atento y de fortalecer la aproximación con China». Agregó que existen áreas amplias para expandir la cooperación bilateral, como salud, seguridad alimentaria, agricultura con aplicación tecnológica, energías renovables, mitigación de efectos climáticos y ciudades inteligentes. «Hay una enorme avenida para estrechar estos lazos de cooperación», destacó, al evidenciar que el contexto global refuerza aún más la importancia del diálogo. «En un escenario de tensiones geopolíticas y nuevo proteccionismo, la cooperación entre Brasil y China en foros multilaterales, incluidos los BRICS, ya es evidente y tiende a ganar aún más importancia», indicó. El también coordinador del Grupo de Estudios Brasil-China de la Unicamp añadió que la estrategia china abre oportunidades más amplias para el mundo «La idea de promover un crecimiento con menos cantidad y más calidad representa un amplio conjunto de oportunidades para mantener espacios de diálogo, en especial en el ámbito Sur-Sur», afirmó. Por su parte, el economista Roberto Dumas, profesor de la universidad privada Insper, señaló que la economía de China atraviesa una transición estructural en la que «se volvió imperioso» que dicho país «crezca vía productividad total de los factores, con inversiones en tecnología, biotecnología, inteligencia artificial y otros segmentos capaces de sostener el crecimiento». Al referirse al papel de las empresas extranjeras, observó un escenario desafiante. Citó también que «aumentar la competitividad mediante inteligencia artificial (IA) y tecnología de la información es una necesidad para China, incluso mediante asociaciones con empresas y países extranjeros», afirmó. En relación con la transición energética, destacó que las nuevas posibilidades dentro de América Latina «están creciendo y China busca recursos para desarrollar aún más su mercado de biometano, biodiesel y energía verde». «Brasil ocupa un lugar destacado en ese proceso», concluyó. Fin
