BOGOTÁ, 28 nov (Xinhua) — La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) creada en el marco del acuerdo de paz firmado entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC presentó este jueves la exposición «Con las botas bien puestas» que rinde homenaje a las 6.402 víctimas de ejecuciones extrajudiciales llamadas «falsos positivos» y a sus familias. La exposición liderada por la organización Madres de los Falsos Positivos (Mafapo) consiste en la exhibición de 200 botas de caucho intervenidas artísticamente por las familias de las víctimas en las instalaciones de la JEP hasta febrero de 2025. «El arte es una herramienta fundamental en el proceso de restauración y sanación», señaló la JEP en un comunicado agregando que los visitantes pueden llevar nuevas botas hasta completar la cifra de 6.402, correspondiente al número de víctimas presentadas como falsas bajas en combate por el Ejército entre 2002 y 2008. Las botas de caucho son símbolo de las ejecuciones extrajudiciales ya que según las investigaciones adelantadas por la JEP, los jóvenes asesinados y presentados como guerrilleros abatidos en combate, siempre tenían botas pantaneras como las utilizadas por los subversivos cuando eran presentados como bajas legítimas. Asimismo, la JEP realizó este jueves una ceremonia de reconocimiento en la cual se leyeron los nombres de alrededor de 2.000 víctimas cuyos casos ya están adelantados y contrastados judicialmente. «Nombrar a las víctimas, honrar su memoria, es uno de los deberes de la Justicia Transicional Restaurativa, que trabaja por la no repetición y para revertir el negacionismo de hechos tan graves e inhumanos que no deben repetirse», explicó el tribunal. De otro lado, aseguró que la identidad del total de las víctimas se entregará tan pronto terminen las labores de contrastación por respeto a sus familias, por protección de la investigación judicial y por condiciones de seguridad. La JEP recordó que las 6.402 víctimas fueron asesinadas o desaparecidas a manos de integrantes del Ejército, muchas veces con la cooperación de grupos paramilitares, para ser presentadas como falsas bajas en combate por la presión de resultados operacionales. El tribunal destacó que a lo largo de la investigación se han podido esclarecer de manera rigurosa las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos y se determinó que estos crímenes no ocurrieron al azar sino que se repitieron siguiendo un mismo patrón en diferentes lugares del país. «La JEP ha demostrado, por medio de abrumadora evidencia, que los ‘falsos positivos’ fueron cometidos de manera sistemática y que fueron desatados por la política de facto de conteo de cuerpos. Por eso, la JEP ha concluido que se trata de crímenes de guerra y de lesa humanidad», advirtió. De igual forma, subrayó que el tribunal especial para la paz ha imputado desde su creación en 2016 a 106 máximos responsables de estos crímenes y 85 han reconocido los hechos en audiencia pública ante la justicia y ante las víctimas. El magistrado de la sala de reconocimiento de la JEP, Óscar Parra, una de las personas que leyó los nombres de las cientos de víctimas resaltó que son muchas las mentiras que se han encontrado en medio de la investigación de la JEP en estos casos de ejecuciones extrajudiciales. «Estos nombres vienen a reivindicar la verdad, la memoria, para que estas atrocidades jamás vuelvan a ocurrir», señaló. Jackeline Castillo, madre de una de las víctimas y representante de Mafapo, al finalizar el evento expresó su tristeza y agradeció a los artistas que apoyaron a las familias en la instalación artística «Con las botas bien puestas». «Yo no sé ustedes, pero yo con la lectura de cada nombre sentía un puñal en mi corazón (…) gracias a ellos (los artistas) podemos decir que podemos sanar a través del arte», dijo Castillo quien también resaltó la labor de la JEP, de las instituciones y del actual Gobierno. Además, anunció que bajo el liderazgo del Ministerio de Cultura se construirá el Parque «6.402 razones para no olvidar» que será levantado en la Estación del tren de la Sabana de Bogotá con ayuda de los responsables de los crímenes y se entregará al país en 2026 como un recordatorio de lo que nunca puede volver a suceder. Fin