BEIJING, 29 ago (Xinhua) — China ha reducido las emisiones de dióxido de carbono en 3.000 millones de toneladas durante la última década, en un esfuerzo por promover el consumo verde, según un libro blanco publicado hoy jueves. El ahorro energético de China en los últimos diez años ha sido equivalente a unos 1.400 millones de toneladas de carbón estándar, ya que su reestructuración y modernización industrial, junto con las tecnologías de reducción de emisiones, han elevado enormemente la eficiencia energética, de acuerdo con el libro titulado «La transición energética de China», publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado. Controlar tanto el volumen como la intensidad del uso energético se ha convertido en una medida institucional crucial del país, afirma el documento. China ha redoblado sus esfuerzos para impulsar la conservación y la eficiencia de la energía en sectores clave, desde la producción industrial hasta la construcción y el transporte. En el último decenio, el consumo energético por unidad de valor añadido de las empresas industriales con ingresos anuales de 20 millones de yuanes (unos 2,81 millones de dólares) y superiores ha disminuido en más de un 36 por ciento. El consumo general de energía por unidad de producto en los sectores del acero, el aluminio electrolítico, el cemento y el vidrio ha bajado en más de un 9 por ciento en promedio. En 2023, el valor total de la producción de la industria de servicios de conservación de energía superó los 500.000 millones de yuanes, duplicando el de 2013. China, inmersa en el mayor proceso de urbanización del mundo, ha implementado normas más estrictas de eficiencia energética en los edificios nuevos y avanza sin cesar en la modernización de los existentes para ahorrar energía. Al final del año pasado, la superficie de edificios energéticamente eficientes había superado los 32.680 millones de metros cuadrados, lo que representaba más del 64 por ciento del total de edificios urbanos, casi 30 puntos porcentuales por encima de la cifra de 2013. Aquellos con consumo de energía ultrabajo o casi nulo habían superado los 43,7 millones de metros cuadrados. También para el cierre de 2023, China tenía más de 20,4 millones de vehículos de nueva energía y casi 8,6 millones de instalaciones de carga. Además, contaba con un número superior a 450 de estaciones de abastecimiento de hidrógeno en todo el país. En el mismo año, el consumo general de energía por unidad de carga en el transporte ferroviario se redujo aproximadamente en un 19 por ciento en comparación con 2013. De igual modo, se han promovido activamente los modelos ecológicos de consumo energético, con esfuerzos para incentivar el uso de energía renovable, avanzar en la electrificación y la transición hacia un consumo final de energía con bajas emisiones de carbono, y adoptar modos de vida ecológicos y de bajas emisiones. Tanto los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 como los Juegos Asiáticos de Hangzhou 2023 utilizaron electricidad 100 por ciento verde, resalta el libro blanco. Fin