TAIYUAN, 13 ago (Xinhua) — A medida que aumenta el número de instalaciones de energía limpia, las carreteras chinas están experimentando una transformación ecológica. A lo largo de la autopista que conecta Taiyuan y Xinzhou, en la provincia septentrional de Shanxi, un océano reflectante de paneles fotovoltaicos recubre laderas y tejados, y las estaciones de carga de vehículos eléctricos aparecen cada vez con más frecuencia en zonas de servicios y peajes. «Hace diez años, las pilas de carga de vehículos eléctricos en las áreas de servicios de las autopistas eran raras, pero ahora son algo casi habitual», recordó Liu Xia mientras recargaba su auto en la carretera. Liu destacó que los vehículos eléctricos son cómodos para los viajes por estas vías, ya que la infraestructura y los servicios de carga se están ampliando. «Ya no tenemos que preocuparnos por las largas colas para cargar durante los fines de semana y las vacaciones». El sistema fotovoltaico de carreteras entró en pleno funcionamiento en noviembre pasado y fue acreditado este año como proyecto de demostración fotovoltaica inteligente a nivel nacional por el Ministerio de Industria y Tecnología Informática. «El proyecto aprovecha eficazmente estructuras y terrenos inactivos a lo largo de las autopistas para la generación distribuida de energía solar, asegurando un suministro eléctrico estable a la vez que mitiga las emisiones de carbono», afirmó Chen Jianwen, director de la iniciativa. China es líder en el sector global de la energía renovable y es la nación con el mayor kilometraje de autopistas del mundo. Al cierre de junio pasado, en sus carreteras había 24,72 millones de vehículos de nueva energía. Al mismo tiempo, cuenta con un gran potencial de desarrollo para la integración de las autopistas y el sector fotovoltaico. El país fomenta la exploración y el establecimiento de zonas de servicio con emisiones de carbono próximas a cero en las carreteras, así como la construcción de infraestructuras fotovoltaicas relacionadas, de acuerdo con una serie de directrices publicadas este año por el Ministerio de Transporte. Regiones de nivel provincial, como Shanghai, Sichuan y Hunan, han presentado planes para promover la aplicación de la energía fotovoltaica en zonas de autopistas, centrándose en la escala y distribución de las instalaciones y en tecnologías de almacenamiento energético con el fin de reforzar la estabilidad del sistema eléctrico y las capacidades de regulación del suministro. También figura en la agenda nacional el desarrollo de instalaciones y servicios asociados con otras formas de energía limpia, como el combustible de hidrógeno. Desde principios del presente año, los conductores que utilizan vehículos impulsados por este elemento se benefician de un tránsito gratuito por las autopistas de la provincia de Shandong. A su vez, la provincia de Sichuan ha formulado un proyecto para que haya una situación similar y planea acelerar la construcción de infraestructuras de recarga de hidrógeno en áreas con abundantes escenarios de aplicación. Igualmente, se han instalado estaciones de reaprovisionamiento de metanol en una nueva carretera que une sectores de la ciudad de Jinzhong, en Shanxi, la cual se abrirá al tránsito al final del año. El metanol tiene las ventajas de una combustión eficiente y emisiones limpias, en tanto que su bajo punto de congelamiento permite a los conductores despreocuparse de los problemas de solidificación. Li Jianbing, quien reemplazó su viejo camión diésel por un vehículo alimentado con metanol, expresó: «era difícil encender el motor diésel debido a los fríos inviernos de Shanxi. Con más estaciones de reabastecimiento de metanol, los viajes serán más cómodos». «Con la mejora continua de las infraestructuras a lo largo de las carreteras, el sistema de transporte de energías limpias, que abarca vehículos eléctricos, impulsados por hidrógeno y por metanol, mejorará aún más», explicó Da Juxia, ingeniero sénior de Shanxi Transportation Holding Group. «Esto va a contribuir al doble compromiso de carbono de China», detalló. El país ha asumido la responsabilidad de enfrentar el cambio climático y seguir un camino firme de desarrollo ecológico y bajo en emisiones de carbono. Se ha comprometido a alcanzar un pico de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes del 2060. Fin