ASUNCIÓN, 8 jul (Xinhua) — Presidentes de Estados Partes y Asociados del Mercosur reconocieron este lunes en Asunción, que el creciente desarrollo del crimen organizado transnacional resulta una amenaza, con consecuencias no solo para la seguridad de los países de la región, sino también para la estabilidad democrática, el desarrollo socioeconómico y la paz regional. En tal sentido, concordaron en la importancia de la coordinación permanente en la lucha contra este flagelo, además del desarrollo de estrategias articuladas entre los organismos de seguridad con miras a la planificación, ejecución y evaluación de acciones operacionales y estratégicas. Asimismo, acordaron generar e implementar estrategias de seguridad para el desarrollo común, acorde a los nuevos desafíos, mediante acciones simultáneas, coordinadas y/o complementarias, con el fin de reducir el impacto negativo que genera la delincuencia en la ciudadanía. En una declaración conjunta, las autoridades alertan que la actividad de organizaciones criminales en centros penitenciarios, repercute en la ciudadanía y constituye un desafío para la seguridad que merece contar con herramientas acordes a la problemática. Manifiestan la urgencia de aunar esfuerzos con miras a la integración de políticas regionales afines en materia de seguridad, que hacen a la identificación de amenazas, riesgos y vulnerabilidades, prevención y combate a las diferentes modalidades del crimen organizado transnacional, como tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, fabricación y tráfico ilícito de armas, municiones, explosivos y materiales relacionados, trata de personas, tráfico de migrantes, corrupción y delitos económicos, financieros y terrorismo, entre otros. Subrayan el desafío generado por los delitos que afectan el medioambiente, como el tráfico ilícito de flora y fauna, de maderas, desechos peligrosos, de metales y minerales preciosos, y la deforestación, y sus conexiones con otras modalidades criminales, y reconocen la necesidad de reforzar la cooperación internacional y los marcos normativos globales sobre la materia. Destacan la necesidad de intercambiar informaciones y experiencias de manera segura y oportuna, tendientes a desarrollar a nivel regional, investigaciones, estudios y diagnósticos operacionales y estratégicos sobre la situación del crimen organizado trasnacional, las amenazas que ello genera y el impacto negativo de estas en las distintas áreas de desarrollo, así como en la seguridad y la convivencia ciudadana. Por último, resaltan la relevancia de diseñar e implementar campañas de comunicación dirigidas a los ciudadanos del bloque, que permitan visibilizar y sensibilizar acerca de la problemática de este flagelo, el impacto negativo en la sociedad, y en especial a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, impulsando mecanismos de colaboración entre las distintas instituciones de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y la academia. Fin