BUENOS AIRES, 23 ago (Xinhua) — El presidente de Argentina, Javier Milei, ratificó hoy viernes la política de «déficit cero» de su Administración, y reafirmó que vetará una ley del Congreso que preveía un aumento de los haberes que recibe la clase pasiva (jubilaciones). El mandatario disertó durante la noche en la ceremonia por el 140° Aniversario de la Bolsa de Comercio de la ciudad de Rosario, unos 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, la capital del país, donde cuestionó la denominada Ley de Movilidad Jubilatoria aprobada el jueves por el Congreso. Milei dijo que la norma es un «disparate» y agregó que su «palabra no se negocia, no le voy a dejar pasar un milímetro a los degenerados fiscales». El jefe de Estado aseguró que el costo fiscal de la Ley de Movilidad Jubilatoria que votó el Congreso es de 370.000 millones de dólares, y que ante esa «bestialidad de brutos» perpetrada por los «degenerados fiscales» de los legisladores, el Gobierno no va a «entregar el déficit cero», ya que «la mejor política social es bajar la inflación». Milei admitió que su decisión «no es simpática», pero enfatizó que se trataba de una ley sin contrapartida de recursos, cuya financiación hubiera significado «tener un impuesto inflacionario, o tener el riesgo país por las nubes», condenando «a nuestros hijos, a nuestros nietos, y a las futuras generaciones, a vivir en una situación miserable». Milei aseguró que «la casta política quiere romper el equilibrio fiscal» y calificó a la reforma previsional votada el jueves como un «acto de irresponsabilidad, populismo y demagogia» sustentado en «mentiras sobre las que se apalancaron» los legisladores, entre los que se encontraban miembros del oficialismo. «Desde que nosotros llegamos al poder (en diciembre de 2023) las jubilaciones están un 5 por ciento arriba, le ganaron a la inflación», añadió el mandatario. En horas de la mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había criticado la decisión del Congreso, al sostener que «la irresponsabilidad fiscal de la vieja política conspira, otra vez, contra el equilibrio fiscal, condición necesaria para terminar o seguir con la pulverización de la inflación, mandato que los argentinos nos dieron con su voto». «La verdad es que este objetivo se viene logrando con éxito: la inflación bajó desde diciembre, mes en el que hemos asumido, del 25,5 por ciento al 4 por ciento, que es el último dato conocido. Esta ley atenta contra el superávit fiscal, porque implica más gasto público», planteó el portavoz durante una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno. La decisión de Milei se enmarca en un contexto económico desafiante para Argentina, la tercera economía de América Latina después de Brasil y México. La economía de la nación sudamericana cayó un 3,9 por ciento interanual en junio y acumuló en el primer semestre del año una contracción del 3,2 por ciento, según informó el 21 de agosto pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), a lo que se suma una inflación acumulada de un 87 por ciento entre enero y julio. En ese contexto, el Congreso argentino aprobó una fórmula para actualizar de forma mensual los haberes jubilatorios, combinando el índice de inflación y la variación promedio de los salarios formales, además de un ajuste extraordinario del 8,1 por ciento. De acuerdo con la prensa local, alrededor del 65 por ciento de unos 6,5 millones de pensionados percibe cada mes una jubilación de 225.454 pesos (unos 239 dólares). Tras anunciar el veto de esa fórmula que impulsa el Congreso, el Ejecutivo dijo que actualizará por decreto los haberes de los jubilados, con una mejora prevista de un 4 por ciento en septiembre próximo. Fin
RESUMEN: Presidente argentino ratifica política de «déficit cero»
